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Luego de haber llevado a cabo sus elecciones, el país de Senegal apunta a una política con meros fines de profundización en materia de derechos humanos. Este nuevo paso, cataloga al país dentro de un nuevo sector de importancia en lo que remite la posición del hombre.

De esta manera, el nuevo gobierno del presidente de Senegal, Macky Sall, debe abordar sin demora los prolongados problemas de derechos humanos, Human Rights Watch señaló hoy en una carta dirigida al nuevo Presidente. Sall tomó el poder el 2 de abril de 2012, después de derrotar al actual presidente, Abdoulaye Wade, el 25 de marzo en la segunda vuelta electoral.

Aunque Senegal ha evitado los golpes de estado y los abusos contra los derechos humanos que muchos de sus vecinos han enfrentado a gran escala, el país enfrenta desafíos en la promoción de la justicia y la rendición de cuentas, así como en la protección de poblaciones vulnerables o perseguidas. La carta de Human Rights Watch se centra en tres cuestiones: la necesidad de que Senegal deje de retrasar u obstaculizar los esfuerzos para llevar a Hissène Habré a juicio por las atrocidades cometidas bajo su gobierno en Chad; la explotación generalizada de al menos 50,000 jóvenes a través de la mendicidad forzada; y la protección de los derechos de las personas que se identifican como gais o lesbianas.

«Tras ganar la ronda electoral en la que se hizo una vez más evidente la fuerza de la democracia de Senegal, el presidente Sall ha prometido una nueva era», dijo Daniel Bekele, director para África de Human Rights Watch. «Esta nueva era debe incluir un rápido progreso en las cuestiones de derechos humanos ignoradas por el gobierno anterior».

Vía: Human Right Watch
Imagen: HRW

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