Como bien es sabido, la vida puede ser muy diferente en cada país, en cada región, incluso en cada ciudad del mundo. Lo que para algunos es algo natural, para otros puede resultar un hecho de otro mundo, algo realmente increíble. Por ejemplo, este es el caso de Senegal, por sólo dar un ejemplo, pero creo que no mentiría si dijera que en toda África, y en muchos otros sitios del mundo, se vive un clima político hostil, cruel, un clima de constante violencia política, en donde puede resultar peligroso involucrarse en ello.
Realmente hay que ser un hombre con cojones para hacer frente a la política en lugares así. Lo que sucedió en esta ocasión, en Senegal, fue que el partido presidencial actual del país no tuvo unas buenas elecciones locales en varias de las grandes ciudades que tiene el país, según pudo saberse por los resultados arrojados por la prensa, a tan solo 24 horas de realizarse el sufragio.
Evidentemente, lo que más dolió al presidente y a todo su partido político es no haber conseguido ganar las elecciones en Dakar, la capital del país, aunque también le resultaron dolorosos los demás resultados. En dicha ciudad, la lista que comanda Aminata Touré, primera ministra y responsable de la Alianza para la República, no ha podido superar a la coalición que lidera el sobresaliente alcalde Jalifa Sall, miembro del Partido Socialista.
Otras de las zonas en donde el partido presidencial hizo agua fue en el sur, en la región de Ziguinchor, en Saint-Louis, en Podor y Dagana en cuanto al norte, en Thiés por el oeste y Tuba por el centro del país, cayendo frente a listas de la oposición y disidentes de la coalición en el poder.