En una de las calles principales del popular y humilde barrio de Grand Yoff (Dakar) hay un pequeño taller de costura con un cartel sobre la puerta que dice Yeya Pura. En el interior, un grupo de jóvenes se afana sobre máquinas Singer doradas y negras que hacen un ruido adormecedor. Otras cortan telas de vivos colores con tijeras sobre una gran mesa. Se mueven entre retales, agujas y patrones. De sus manos saldrán los apliques de las prendas de baño de la marca Farrahlabel by Arcadio Domínguez que lucirán las modelos en la Pasarela Gran Canaria Moda Cálida los próximos 22 y 23 de junio. Es sólo el primer paso de un proyecto de cooperación de la Fundación Canaria Farrah que ha sabido adaptarse a este tiempo de recortes y que aspira a ser autosuficiente.
El taller abrió sus puertas en septiembre de 2011 gracias a la donación de 15.000 euros procedentes de una herencia. Con otros 15.000 aportados por la propia Fundación Farrah se consiguió el local y se compró todo el material necesario. La idea original era enseñar a coser a niñas y jóvenes del desfavorecido barrio de Grand Yoff con la idea de que luego ellas pudieran montar su propio negocio. En total han recibido formación cincuenta chicas en una primera tanda y ahora mismo están otras treinta.
Las chicas han sido seleccionadas por la contraparte de Farrah, la asociación senegalesa que lleva el proyecto en el terreno. Se trata de un Grupo de Interés Económico (GIE) denominado Procedes y presidido por la dinámica Madeleine Gomis. Los criterios de selección estaban directamente relacionados con la vulnerabilidad y riesgo de las chicas, que se escogían entre los pequeños barrios que conforman Grand Yoff. Fundamental también ha sido el papel jugado por la consultora Looking for Development, que ha hecho de enlace entre Canarias y Senegal, así como la aportación de los ayuntamientos de Arucas y Teror.
Vía: La Provincia
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