Entre todos los sitios que podemos llegar a visitar en las inmediaciones de Dakar, la capital de Senegal, sin dudas uno de los más interesantes es el Abbaye de Keur Moussa, un monasterio benedictino de la Congregación de Solesmes que fuera fundado en el año 1961, y que fue mencionado como Abadía recién a partir del año 1984, convirtiéndose en uno de los centros religiosos más importantes del país.
Por otro lado, se debe decir que, desde el año 2000 en adelante, el ha sido el hogar de una decena de monjes, entre los cuales destaca el abad P. Philippe Champetier de Ribes Christofle, que de alguna forma se encargaba de todos ellos. Claro, poco tiene que ver esta situación con aquellos nueve humildes monjes franceses de Solesmes que fundaron la Abadía.
Hay que destacar, de esta forma, que la Abadía es sumamente importante por ser que se encuentra en medio de un país mayoritariamente islámico. Por la época de su fundación, la intención de los monjes era la de permitir a los cristianos locales tomar parte en la vida benedictina de la oración y el trabajo, y para los no cristianos, la posibilidad de tener un ejemplo de vida a mano, que afortunadamente fue aceptado por los musulmanes.
En sus primeros tiempos, los monjes se dedican principalmente a las labores agrícolas, y con el paso del mismo, se fueron haciendo queridos por apoyar a las comunidades musulmanas locales, sobre todo en cuanto a sus reclamos para la mejor prestación de atención de salud y distribución de alimentos por parte de las autoridades.